La idea fue crear una escultura donde se reutilizan ramas.
Sólo hay que hacer una excursión al bosque y conseguir ramas (piñas incluidas) para después sacar la corteza y pintar las piñas de blanco (con pintura sobrante de pared).
Con este simple elemento creativo puedes dar personalidad al ambiente logrando un efecto rústico en la estancia.
Me parece una idea genial decorar habitaciones con objetos sacados directamente de la naturaleza. Queda muy elegante el toque blanco en las piñas, le da un aire invernal a la vez muy acogedor.
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